¡Jean Gailhac está vivo y es actual!
Los santos están siempre vivos y son actuales, nunca pierden su valor, porque representan un comentario fascinante del Evangelio. (Papa Francisco)
La persona y el carisma confiado a Jean Gailhac son tan relevantes y necesarios en nuestro mundo y en la Iglesia de hoy como lo fueron en el siglo XIX. En la fe, nuestro Fundador se dejó guiar por el amor de Dios, que le movió a amar a los demás, especialmente a los más vulnerables y marginados. Un amor operativo, creativo, abnegado, entregado a la vida eterna. Así es el amor: nunca pasa. Y siempre será nuevo y sorprendente. Esto es y será Jean Gailhac.
Jóvenes Hermanas del Sagrado Corazón de María de diversas culturas dan testimonio de cómo el hombre de “corazón sin fronteras” está vivo en sus vidas, animándolas a la transformación personal, inspirándolas a caminar con los tiempos, impulsándolas a transformar el mundo.